Un agradecimiento especial a «PLUMAS SORORAS» por dedicar su tercer volumen al tema de la sanación. |
Participar en la convocatoria para publicar en un fanzine fue mi manera de sanar el pasado: es lindo tener un espacio, pequeño, para publicar un texto o una ilustración. Es un formar parte de algo en el que se puede sanar.
Mire a todas las jóvenes participantes, llenas de empuje y pasión: soles brillantes en su zenit veinteañero. Comparada con ellas, en mis tempranos treintas, no me sentí lo suficientemente interesante, original, creativa o apasionada: un «bajón» en la autoestima sólo podía ser una regresión a mi mediana adolescencia, una herida no sanada.
Irónicamente, el tema de la convocatoria era "Sanación Sonora". En medio de el encierro, sin convivir más que con mi familia en persona, y llevando cualquier otra convivencia relevante vía virtual, pensar en "sororidad" o en cualquier cosa "sorora" era pensar en el lejano pasado pre-COVID-19.
Extraño a mis amigas, a mis amigos, y su presencia física. No es lo mismo a la distancia. Pero hay que minimizar el contagio.Con el riesgo a ser infectados, está también la posibilidad de morir. Y en el reverso de mi mente, quedó la inquietud de publicar, alguna vez, en una revista de fotocopias. Hay algo punk en eso: y a mis 34 años, quiero ser PUNK, sin importar lo breve e incierto de la vida.
Se dice que tropezamos con situaciones sospechosamente parecidas a las pasadas para resolverlas, y sanarlas. ¿Será cierto?
Tal vez en la adolescencia me había entretenido con la idea "punk" de publicar en un fanzine, claro que no sabía que se llamaban fanzines, y lo más cercano era la ya difunta revista escolar Zurdo. En aquel entonces se necesitaba una invitación de un amigo, pues la pertenencia era de membresía exclusiva de un cerrado grupo de jóvenes (la crema y nata intelectual preparatoriana de aquel entonces).
Claro que tal oportunidad le estaba negada a una joven solitaria cuyo interés primordial era dibujar «monas chinas»; además de que no comulgaba con la fingida pose de que «El Topo» era el filme más «profundo» que pudiera ser proyectado en el teatro escolar.
Era una otaku, y una ñoña y incorregible (una parte de mi aún lo es), además de franca, y no planeaba fingir para encajar, sin importar los beneficios. Opiniones o puntos de vista divergentes no eran bienvenidos en el grupo, menos en la revista.
Un protagonista que busca matar a «Los Cuatro Maestros del Revolver» suena sospechosamente como el argumento de un manga shōnen. Si no lo creen, aprecien el siguiente fragmento de «El Topo».
*Suena el opening de Pokémon de fondo*
Y tal vez la ex-compañera de universidad del periodista Héctor Cristino tenía razón al decir que “Alejandro Jodorowsky es como el Paulo Coelho de los chairos.”Admito ignorancia absoluta, lo único que sé de «El Topo» es que es un Acid Western, y que a mí me gustan los Westerns. Mi opinión no era una voz popular entre los círculos intelectuales yogurinos de mi época, y por lo tanto iba a ser filtrada y censurada.
Creo que la solución idónea a mis ansías de expresión hubiera sido gastar algunos domingos en fotocopias y comenzar un fanzine, para ofrecer otra publicación alternativa a las voces dispersas, y diversas, que no tenían cabida en la revista ya establecida de la preparatoria.
Claro que logra más una colectividad que una mujer. Un fanzine hubiera requerido de una manada inquieta por hacerse escuchar, una manada que yo no tenía. Como no queriendo estar sola, busqué en mi madre al único resquicio de manada y sororidad que tengo durante el encierro forzado.
—Hay que hacer algo y mandarlo.
—¿Y qué vas a mandar tú?
—Una ilustración digital de tu foto noventera, esa en la que llevas lentes negros y te ves bien empoderada junto con la Maestra Grasita. La de "las más perras", en la que se ven súper chingonas.
Foto de «Las Más Perras»: dos mujeres geniales. |
—¡Nos mirabamos bien cabronas! Esa vez Grasita y yo nos pusimos lentes de sol para que los muchachos no nos vieran llorar en su graduación... ¡En ese entonces todas nos vestíamos muy bien! Pero...¿Qué escribo?
—¡Cualquier cosa mientras tenga que ver con sanación! Es para un fanzine.
—¿Y qué es eso de fanzine?
Un fanzine es una publicación creada por y para aficionados. El fanzine es libre y sin ataduras, justo como las mujeres que han aportado con su voz y diversidad en cada página del Fanzine Plumas Sororas vol. III: Sanación Sorora. Al final, a mi madre y a mí nos publicaron, en las páginas 7 y 19. Me gustó particularmente las ilustraciones de conejos aportadas por otra Pluma Sorora al texto de mi madre.
«¿Cómo nos queremos reconocer?», el texto de mamá. |
Como lectora, disfruté mucho el poder leer experiencias de otras mujeres, y sentir que conectamos en la distancia en nuestra inquietud de crear.
Citando a Rlo G.
Creamos saltando las trabas que nos acallan, que nos arrancan la palabra conocidos como los principios de competencia en la publicación editorial, del lucro en los derechos de autor, del centralismo en la distribución comercial, todas finalmente son la alienación que convierte en ajena la creación de su creador.
Crear por el gusto de crear, escribir por el gusto de escribir, es un raro lujo en esta época en la que se exige como componente fundamental el «producir» para «generar ganancias». Ya de entrada, el fin del fanzine es subversivo al acunar experiencias y transitares relegados de mujeres. Por que ser mujer es un deporte de alto riesgo; y por que declararse «feminista» es equiparable a un pecado.
Disentir es un pecado, siempre, en todo lugar y en toda época. Si nos silencian, hay que crear nuevos espacios en vez de esperar que nos acepten. Sí a otras las silencian, hay que darles espacio y escucharles, preguntar, y acercarnos con la curiosidad propia de la infancia.
Darse la oportunidad de leer, entablar un diálogo, y animarse a participar como agente activo es el comienzo para expeler cualquier prejuicio infundado. Guardar silencio, invitar con una pausa, es el comienzo para descubrir con asombro la vida y la experiencia humana, propia y ajena. Es un ejercicio en sororidad.
Gracias por la oportunidad, queridas Plumas Sororas. |
Muchas gracias por compartirlo. Es una genial iniciativa y espero que puedan haber otros números. Lo que mas me sorprende es el diseño que habéis creado par ala revista, tantos estilos diferentes, y a la vez, aunque pueda parecer un poco punk, al final es hermoso y armonioso. Me ha sorprendido muchísimo, además de la calidad que hay en los escritos
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